Los tiempos definitivamente están cambiando, y cada vez son más las familias que deciden tener solamente un hijo. Alrededor del término “hijos únicos” se han creado una gran variedad de mitos y prejuicios, que poco a poco están comenzando a desaparecer.
Esto es todo lo que necesitas saber sobre los hijos únicos; los prejuicios, las creencias, las ventajas, las desventajas y cómo criarlos.
El papel de los hijos antes.
Para entender un poco de dónde vienen las creencias y prejuicios de los hijos únicos, es importante conocer cómo ha ido cambiando el papel de los hijos con el paso del tiempo.
Anteriormente en países en vías de desarrollo, tener hijos significaba contar con más manos para atender las tierras, el campo o el negocio familiar. Se podría decir que era casi una obligación tener mucha decendencia para poder generar una buena economía familiar.
La tasa de mortalidad era muy alta, por lo que los padres consideraban tener más hijos para no quedarse solos.
Básicamente tener muchos hijos era necesario; si se quedaban sin hijos, se quedaban sin nada.
“Ten muchos hijos para que te mantengan” y “ten muchos hijos para que te cuiden”, eran frases que se escuchaban con normalidad. Tener solamente un hijo era impensable, incluso visto como algo malo o como un problema.
En muchos países latinoamericanos, a estas creencias se les unía el factor religioso. “Tener los hijos que Dios nos mande“, una creencia que se promovía a pesar del exceso de población de las clases pobres.
Sin duda existía una presión social y una parte de culpa que generaba un conflicto para los padres, por lo que tener más de 3 o 4 hijos era muy común.
Este pensamiento ha ido evolucionando, y hoy en día los hijos juegan un papel muy diferente en la vida de los padres.
El papel de los hijos ahora.
Anteriormente se tenía la creencia de que los hijos eran de la propiedad de los padres. Ahora se ve a los hijos como lo que son; una vida aparte, personas independientes a las que se apoya para que salgan adelante y se conviertan en lo que quieran ser.
También se pensaba que los hijos estaban al servicio de los padres, lo cual ha dado un giro de 180° grados. En la actualidad, es más común que sean los padres los que están al servicio de los hijos.
Las razones para tener hijos también han cambiado.
Hoy en día, la decisión de tener hijos va mucho más allá de necesitar un par de manos extras para trabajar la tierra.
Tener hijos involucra una cuestión de sentimientos y propósitos, darle un mayor sentido a la vida, compartir el amor en familia, crear una relación profunda o sentir ese amor intenso del que todos padres y madres hablan.
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Los hijos únicos en la actualidad.
Cada vez son más las familias que planean su vida de forma más racional.
La decisión de cuántos hijos quieren tener, depende más de una preferencia personal y no tanto de una presión social.
Aunque sigue habiendo una presión social hacia los padres con el tema de los hermanos, el número de parejas que deciden tener solamente un hijo va en aumento.
En los países más desarrollados se habla de que un 45% de las parejas deciden tener hijos únicos, mientras que en los países que están en vías de desarrollo solo un 15% toma esa decisión, aunque la tendencia es cada vez más hacia esa dirección.
Algunos de los factores que influyen en la decisión de tener solamente un hijo son:
- Mayores exigencias económicas.
- Las altas tazas de divorcio.
- Problemas de fertilidad.
- La edad en la que se contrae matrimonio.
- Mayor presencia de la mujer en el mundo laboral.
- El impacto de la superpoblación.
- El aumento de actividades de madres y padres.
- Mayor conciencia sobre el impacto ambiental.
Las ventajas de tener solo un hijo.
Ventajas para los padres.
Tener solamente un hijo, permite a los padres brindarle una mejor calidad de vida, mayor bienestar económico, y por consecuencia una mejor educación.
El tiempo que se requiere para criar a un hijo, nunca será el mismo que se requiere para criar a dos o más, por lo tanto es más común que puedan continuar con sus actividades habituales sin necesidad de grandes cambios, y aún así estar presentes en la vida de su hijo o hija.
Al no tener que dividir su tiempo entre más hijos, es normal que el lazo que se forma entre padres e hijo sea más fuerte y la relación más cercana.
Tener un solo hijo les permite conocerlo más a profundidad y apoyarlo de una manera más eficaz.
Los niveles de estrés que tienen los padres de hijos únicos, suele ser mucho menor al de los padres que tienen dos o más hijos.
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Ventajas para el planeta.
El mundo está cada vez más poblado. Según el informe “World Population Project” de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se espera que para el año 2050 haya 9700 millones de personas, lo que representa importantes repercusiones para las generaciones venideras.
El tener nada más un hijo, puede ser una gran solución a este problema.
De igual manera, es una forma de contribuir con el medio ambiente, ya que tener un hijo menos reduce la emisión de dióxido de carbono hasta en 56.8 toneladas al año. Sin duda una gran ayuda para nuestro planeta.
Las ventajas y desventajas de ser hijos únicos.
Ventajas de ser hijo único.
Se dice que los hijos únicos:
- Tienen mayor autoestima y seguridad en si mismos.
- Presentan un rápido desarrollo de sus capacidades verbales y linguisticas.
- Tienen un rápido desarrollo intelectual.
- Desarrollan su capacidad emocional más fácilmente.
- Tienden a ser más independientes.
- Por lo general son más ordenados.
- Desarrollan más su creatividad.
- Son muy responsables.
- Saben enfrentarse mejor a la soledad.
- Son capaces de estar más en contacto con su propia existencia.
- Suelen ser más críticos y observadores.
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Desventajas de ser hijo único.
Algunas desventajas que se mencionan con frecuencia son:
- Pueden llegar a ser posesivos y egocéntricos.
- Les cuesta más trabajo compartir.
- A veces son más introvertidos.
- Tienen mayor temor al fracaso.
- Les cuesta más trabajo aceptar las normas impuestas por otros.
- Suelen ser más controladores.
- Pueden sentirse mas presionados por los padres.
- Pueden aburrirse con más facilidad.
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Cómo criar a un hijo único.
- Tener cuidado de nuestras expectativas.
- No poner mucha presión sobre sus hombros.
- Establecer las normas de conductas aceptables dentro de la familia.
- Poner el ejemplo de las normas de conducta para que sean claras.
- Asignarle tareas específicas en casa.
- Establecer límites claros.
- Expresar el amor de una manera clara y concreta, pero sin exagerar.
- Evitar ceder a todas sus peticiones.
- Reconocer sus limitaciones y sus cualidades, para poder ver con objetividad lo que el hijo hace y lo que el hijo es.
- Dejar que aprenda a resolver sus problemas, a mediar y negociar.
- Acompañarlo en el proceso y dejarlo experimentar.
- Escucharlo siempre.
- Aceptarlo tal como es, no buscar a un hijo perfecto.
- No sobreprotegerlo, dejarlo ser y dejarlo vivir.
- Fomentar las oportunidades para que se relacione con otros niños.
- Enseñarle a convivir con la soledad.
- Fomentar el pensamiento crítico y la opinión propia.
- Limitar razonablemente las posesiones materiales.
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La realidad de los hijos únicos
Cada vez son más las investigaciones científicas que demuestran que todos aquellos prejuicios o estigmas que se les han impuesto a los hijos únicos, son erróneos.
Cualquier rasgo de personalidad, es posible encontrarlo tanto en un hijo único, como en uno que tenga hermanos. Todo va depender de lo que hagan los padres con sus hijos; la educación, la formación y el estilo de crianza.
Sin lugar a dudas, los hijos únicos pueden tener una evolución y un desarrollo igual de sano que el de los hijos con hermanos, si se crían de la manera correcta.
Quizás sea momento de dejar de estigmatizar a los hijos únicos , dejar a un lado esas creencias y prejuicios que se les atribuyen, y de igual manera, dejar de condenar a los padres y madres que deciden tener solo un hijo.
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